Salimos el 4 de mayo de la isla de Tenerife a bordo del ferri Sicilia de la compañía Balearía. No es su mejor barco, pero bueno, nos llevó. El personal a bordo fue muy correcto y pudimos estar con Fox, nuestro perro, durante mucho tiempo aunque tuvo con dormir en las jaulas de la zona de perreras. No había sitio en camarotes.
Al llegar a Huelva, cuatro horas más tarde de lo previsto, nos hospedamos en un apartamento en la zona de Mazagón , muy cerca del puerto, a 14 minutos.
El Alquiler Mazagón es un buen apartamento, muy completo y en una zona tranquila muy cerca de la playa. Al día siguiente salimos hacia Ciudad Real, 3 horas, pasando por Sevilla en la que no pudimos parar. Ese día era la final de la Copa del Rey y diecisiete bodas (exagerando) mucha gente en la calle y los aparcamiento a rebosar, así que decidimos dejar la visita a la capital para la vuelta.
Seguimos en carretera pasando por las afueras de Córdoba y de muchos pueblecitos andaluces hasta llegar a Santa Cruz de Mudela. Reservamos un hotel de dos estrellas, el hotel Ecológico Toral, en un pueblo chiquito pero con encanto quijotesco. El hotel muy bueno, con muchos detalles y muy cómodo.
El tercer día de viaje nos llevó hasta Tarragona en 5 horas 28 minutos. Paramos en el hotel Sant Jordi. Este lo catalogamos como de los más flojillos. Precio alto para lo que ofrece.
El cuarto día salimos rumbo a Narbona en Francia, 3 horas y 28 minutos.
Encontramos un pequeñísimo pueblo junto a un canal. Le Somail. Y en él nos quedamos en Cave Cervera, una casa antigua que llevan un matrimonio inglés con mucha simpatía y muy curioso. Tiene la casa un ambiente alternativo, mezclado con modernismo sin perder la mezcla entre lo francés y lo inglés. Muy recomendable.
De Narbona salimos hacia Grenoble en 3 horas 21 minutos. La casa “Balad d’ane” en Flachères, es una casa vacacional con posibilidad de alquiler de burros para paseos por la zona. La casa está bien aunque la cocina está compartida con el dueño.
De la zona de Grenoble nos desplazamos a Mooslargue a 4 horas y diez minutos. Nos alojamos en un antiguo granero restaurado. Un apartamento muy completo, amplio y con una anfitriona muy amable. “La Gite de peupliers” se llama la casa y en la zona de Valdieu.
Al día siguiente y en 4 horas más y llegamos a Bad Wörishofen, al Kurhotel Luitpold con un apartamento amplio y completo, aunque con moqueta en todo el piso, cosa que no nos gustó mucho.
Al día siguiente nos fuimos hasta Bodenkirchen a 1 hora 49 minutos a recoger a nuestro cachorro “Cuba” y regresamos al Kurhotel Luitpold para pasar otra noche.
De Bad Wörishofen y en 2 horas 13 minutos nos desplazamos al siguiente día a Engen junto al lago Constanza. Allí nos alojamos en el Blue Ranch, un apartamento dentro de un espacio dedicado al caballo. El apartamento estaba bien, cocina completa, habitación grande, pero insuficiente para dos parejas. Y es que nuestra hija María y su pareja Till nos visitaron para pasar el fin de semana y conocer al nuevo miembro de la familia, Cuba.
Después de dos días en Engen nos dirigimos a Viviers du Lac en 4 horas y 14 minutos. Reservamos habitación en el Motel 991. La habitación bien, pero pequeña para dos adultos y dos perros. El desayuno muy bueno. Visitamos el lago y nos agradó mucho. El paseo junto al lago está muy bien y es muy recomendable visitar.
Al día siguiente nos dirigimos hacia Brive en 4 horas y 30 minutos. La vivienda elegida se auto-proclama “Apacible alojamiento con wi-fi y Netflix”, extraño nombre para un apartamento, limpio si, pero nada apacible y sin wifi durante nuestra estancia. Se encuentra en Brive-la-Gaillarde, junto a una transitada vía y sin vistas, ni terraza, como publicaba. Esta fue, sin dudar a dudas, nuestra peor estancia del itinerario.
Muy temprano nos fuimos hacia San Sebastián, en 4 horas y 21 minutos nos encontramos en Apartamentos Mar y Mar, situados en las afueras de la ciudad, entre bosques y un mar de hortensias. El apartamento aunque pequeño estaba muy completo.
Al día siguiente nos dirigimos a Benia de Onis, pasando por Bilbao y parando en Castro Urdiales, hermosa ciudad, luego seguimos por Santander y hasta Benia en 3 horas y 18 minutos por una vía bastante sinuosa y entre bosque y montañas impresionantes. En Benia contratamos el apartamento “El Pedrayu”. Son cuatro apartamentos con zona privada para aparcar. Muy completo y cómodo. Recomendable.
A primera hora del siguiente día nos dirigimos hacia Santiago de Compostela haciendo una parada en la playa de las Catedrales. Fue una experiencia única y vale la pena recomendar.
Ya en la zona de Santiago nos dirigimos hacia Ponte Maceira un pequeño pueblo de casas y puente de piedra que nos llevó a tiempos pasados. La casa que reservamos “A casa da Moreira” es una casa entera de tres habitaciones y dos cuartos de baño, cocina totalmente equipada, salón y garaje privado. Tiene un gran jardín, con un hórreo decorativo y una barbacoa que utilizamos. En esta casa estuvimos con Noé y Ana por tres noches. Buena experiencia. Visitas a Santiago y Finisterre. Se quedarán en nuestra memoria.
Una vez despedidos de Noé y Ana en el aeropuerto, nos dirigimos hacia el norte de Portugal, concretamente a Castro Laboreiro en 2 horas y cuatro minutos. Larga carretera serpenteante entre las montañas para llegar a un caserío compuesto por siete casas totalmente reformadas y recuperadas por su dueño, que en dos años reformó las casas que eran propiedad de su familia y estaban abandonadas. Nuestra casa “La Forja” tiene dos plantas, abajo salón cocina comedor y patio exterior, arriba dormitorio muy amplio, baño completo y pequeña terraza.
Es quizá la estancia que más nos gustó. No hay wifi ni apenas señal de televisión. Los paseos son muy agradables y bonitos, fuentes, cascadas, pozas…. Y todo rodeado de arboleda que nos servía de sombra. A esta casa o a otra de las siete podríamos volver.
Después de tres noches en Castro Laboreiro nos dirigimos hacia Oporto y en las afueras, hacia el sur encontramos el “Canastro Country Horse” en Castelo de Paiva en 2 horas y 39 minutos. El apartamento está muy cuidado al detalle. Muy completo y limpio. La única pega es la media hora de desvío que hay que realizar para llegar allí.Al día siguiente nos dirigimos hacia Setúbal, pasando por Fatima y Lisboa. En 3 horas y 37 minutos estábamos en Setúbal donde reservamos una noche en “Santa Efigenia Falcoaria” unos apartamentos alternativos, hechos en madera, amplios, con utensilios básicos y sin mucha privacidad.En 3 horas y 45 minutos nos desplazamos a Mérida y reservamos en apartamentos Impluvium. El apartamento de estilo modernista, decorado con buen gusto y bastante completo. La lástima es que estuviera en un segundo piso y que la noche nos trajera vecinos bastante ruidosos.
Para terminar volvimos a las afueras de Sevilla, al apartamento Liru en Bormujos a 1 hora y 59 minutos. Estuvimos dos días y disfrutamos de la casa, muy acogedora y de Sevilla que está a 21 minutos.
El día 30 de mayo nos dirigimos al puerto de Huelva a 1 hora y 5 minutos. Llegamos a Tenerife el 1 de junio a la 1 de la madrugada.
En total, recorrimos 6.500 km y lo hicimos en 67 horas y seis minutos.
La media de gasto en casa rurales fue de 82,37 euros - 25 noches-
Todas las reservas de este viaje las hicimos con Booking.com.
Gasoil, 466,21 euros
Parking y peajes, 319,14 euros